Una vida saludable comienza con una dieta adecuada y en especial en las personas mayores. Con la edad se producen cambios y deterioros en el organismo, que son solventados con un aumento de determinados nutrientes y con la reducción de otros.
La mejor forma de llevar a cabo una buena dieta es realizar cinco comidas diarias, siendo la más energética el desayuno y la más ligera la cena, acompañadas siempre de, al menos, 6 vasos de agua. Esto último es muy importante pues la deshidratación en las personas mayores es muy peligrosa -más que en los jóvenes- y puede ocasionar problemas renales o alteración en la función cerebral.
¿Qué debemos evitar?
-Las grasas saturadas en frituras, bollería y embutidos.
-No abusar del consumo de té y café que pueden provocar alteración en el sueño.
-El alcohol (Consumo lo más próximo a cero a ser posible, ninguno).
-No tomar alimentos con gran cantidad de sal, es aconsejable lavarlos antes de ingerirlos.
-No abusar de los dulces o alimentos que contengan mucha azúcar.
¿Qué alimentos debemos incluir y mantener en un plan de alimentación saludable?
-Frutas y verduras que proporcionan vitaminas y minerales.
-Legumbres, que proporcionan fibra que evita el estreñimiento.
-Lácteos, preferiblemente desnatados, que aporten calcio.
-Pastas que, junto a las verduras, legumbres y cereales, proporcionan hidratos de carbono.
-Carne y pescado que aportan proteínas. Consumir mayor cantidad de pescado que de carne.
Otras recomendaciones
-Comer despacio y masticar muy bien los alimentos.
-Elaborar purés en caso de dificultad para masticar.
-Cocinar a la plancha o hervido.
-Evitar los fritos.
-No abusar de especies.
-Una dieta variada debe ir acompañada de ejercicio diario, lo que permite un equilibrio entre la ingesta y quema de calorías.
Los planes alimenticios que se llevan a cabo en los centros de Grupo Hábitat están adecuados para las personas mayores así como también tienen las variaciones necesarias para adecuación a determinados residentes con intolerancias o alergias.
Fotografía de kaboompics